Thursday, October 25, 2018

1800 : Bonaparte,el conflicto en Egipto : la batalla de Heliopolis.

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Viene de aquí:


  Al otro lado del Mediterraneo, el general Kleber, al mando del ejercito frances de Oriente, comenzaba a sentir la presión del gobernante.


  Tras apenas un mes en el cargo, Kleber envió a París un informe muy pesimista de la situación en Egipto.Kleber buscaba un acuerdo con turcos o británicos para poner fin al estado de guerra permanente en Egipto, y buena parte de la oficialidad francesa en Oriente pensaba lo mismo.


  Kleber comenzó a buscar una salida pacífica para su ejercito a finales de 1799.Y las negociaciones a tres bandas fructificaron en el tratado de Al Arisch firmado el 24 de enero de 1800, por el cual se evacuaría  a todo el ejercito frances de Oriente, con sus armas y banderas, a cambio del abandono absoluto  de Egipto por parte de los franceses, que serian transportados a territorio neutral en buques turcos y británicos.


  Los preparativos para la retirada dieron comienzo de inmediato, con Kleber entregando sin lucha prácticamente la totalidad de la orilla este del rio Nilo a los turcos.


   Pero el general Davout, que se oponía  al abandono de Egipto por Francia, envió los términos del tratado al Directorio en Paris, con copia para el primer cónsul, Napoleón Bonaparte, que entro en cólera cuando leyó la misiva del general Davout, convocando de urgencia una reunion del Directorio para denunciar el tratado firmado.


  También el gobierno británico denunció el tratado. El primer ministro Pitt conocía perfectamente la debilidad francesa en Oriente y aspiraba a controlar por completo el fértil delta del Nilo. Argumentando que el firmante ingles del tratado, el almirante Sídney Smith, defensor de Acre, no tenía los poderes necesarios para representar al gobierno de su Graciosa Majestad britanica,denunciaron el tratado, asegurando que los franceses podían salir de Egipto, pero solo como prisioneros de guerra tras la entrega de sus armas y la rendición de sus banderas.


  Tal exigencia era inaceptable para los franceses, y las hostilidades se reanudaron de nuevo.


  El general Kleber, tras perder la esperanza de lograr una paz estable en Oriente, reaccionó y decido reagrupar todas su fuerzas en las cercanías del Cairo.El mensaje para sus tropas estaba claro: “soldados, tales insultos solo pueden ser respondidos en el campo de batalla: prepararos para combatir”.


  Las tropas francesas se dispusieron a la defensa, ya que tenían conocimiento de la aproximación al Cairo de un potente ejercito turco. Kleber disponía de unos 12.000 hombres, de las divisiones de Reynier y el general Friant (que más tarde dirigiría la Guardia Vieja napoleónica).


  El choque se produjo el 20 de marzo, en las cercanías de las   ruinas de la antigua ciudad de Heliopolis, al noreste del Cairo.


Obelisco del Templo del Sol,en Heliopolis.

  Las tropas francesas se desplegaron en cuatro cuadros de brigada, con la artilleria y la caballería en el centro (aunque había algunas unidades  de caballeria ligera en los flancos) y se desplegaron al noroeste de el Cario, frente a la localidad de Al Matarieh,donde  se habían atrincherado 6.000 jenízaros turcos protegidos por 16 cañones.


  Un poco mas al sur, agrupados junto a la ribera occidental del rio Nilo ,se encontraba un contingente de caballería mameluca, con la orden de dirigirse hacia el Cairo y rebelar a la población contra los franceses.


  En las carcanias de las ruinas de la antigua ciudad de Heliópolis se encontraba el grueso del contingente turco, lo que hacía un total de unos 60.000 hombres, liderados por el gran visir Yussef.


  Kleber decidió enviar un contingente de coraceros para cargar sobre el grupo de  caballería mameluco y  evitar que lograran entrar en el Cairo. Pero los turcos resistieron la carga de los coraceros franceses y contratacaron,rodeando a  la caballeria francesa.Entonces, Kleber envió otro grupo de  dragones y  cazadores que cargaron sobre los turcos, obligando a los mamelucos a abandonar sus posiciones al norte del rio Nilo.


  El siguiente movimiento de Kleber fue atacar de inmediato Al Matarieh, antes de que el grueso del ejército turco pudiera aproximarse, encomendando la tarea al general Reynier.


  Reynier tomo sus dos cuadros de brigada, y marchó hacia Al Matarieh.Ordenó a  sus compañías de granaderos separarse del cuadro, y las envió al asalto de la ciudad.


  Los granaderos avanzaron en dos columnas, y fueron sorprendidos por los jenízaros, que habían decidido no esperar a la defensiva. Los granaderos recibieron a los jenízaros con una descarga cerrada de mosquete, seguida de una carga a la bayoneta calada. Una de las compañías de granaderos flanqueó a los jenizaros,obligandolos a retroceder. El asalto a la bayoneta sobre las posiciones turcas en Al Matarieh obligó a los jenízaros a abandonar la localidad , y en su retirada se encontraron con los mamelucos que habían sido expulsados de sus posiciones en el Nilo.En la confusión que siguió, ambos grupos se unieron, y se dirigieron hacia el Cairo,mandados por Nassif Pacha, uno de los lugartenientes del gran visir Yussuf.


  Mientrs, Kleber ordenaba avanzar hacia el oeste, para encontrarse con el grueso del ejercito turco.Tras superar la ruinas de Heliopolis, los cuatro cuadros franceses se desplegaron, con la caballería en el centro y la artillería en la retaguardia.


  El grueso del contingente turco estaba desplegado entre las localidades de Seriaquos y El Merg, en unas colinas situadas al oeste de las ruinas de Heliópolis.


  Siempre con sus cuatro cuadros de brigada, Kleber se fue aproximando a la posicion defensiva otomana, no tardando en ser rodeados por la caballería enemiga: mamelucos, beduinos y milicianos egipcios, que fueron rechazados una y otra vez con grandes pérdidas, en lo que era una repetición tactica de la batalla de las Pirámides.


  Viendo lo inútil de sus ataques,Yussuf se retiró hacia su campamento en El Kanquah, pero no pudo permanecer allí mucho tiempo, ya que la caballeria francesa había salido en su persecución y acosaba a las unidades del ejercito otomano en retirada.Los supervivientes del ejercito de Yussuf consiguieron llegar a Belbeis, a 25 kilómetros del campo de  batalla de Heliópolis.


  Kleber había decidió dar un descanso a sus tropas, y el día 21 se puso de nuevo en marcha hacia Belbeis.Pero a medio camino recibió informaciones que indicaban que 2.000 mamelucos y 8.000 turcos liderados por Nassif  habían entrado en el Cairo y habían levantado en armas a toda la población, que de inmediato se puso a la tarea de asesinar a todos los europeos y egipcios no musulmanes que vivían en la ciudad.


  La guarnición francesa del Cairo, de dos mil hombres,habia permanecido encerrada en sus cuarteles, sin hacer ningún intento de retomar la ciudad.Kleber decidió dividir sus fuerzas,enviando los cuatro batallones de la division del general Friant hacia el Cairo,mientras Kleber y Reynier continuaban la persecuicoin sobre Yussuf.


   El 23 de marzo, el grueso del ejercito francés de oriente llegaba a la localidad de Salahieh, donde derrotaba a los desanimados otomanos de Yussuf, obligándoles a huir hacia el desierto. Con la amenaza otomana destruida, Kleber se dirigía a galope tendido hacia el Cairo,donde llegaba el 27 de marzo, comprobando que las tropas del general Friant controlaban la mayor parte de la ciudad, aunque aun había focos de resistencia.


  Las tropas francesas se mantuvieron inactivas, mientras a el Cairo iban llegando los diversos contingentes desde Salahieh.El 20 de abril Kleber ya disponía de su ejercito al completo, y dio comienzo  las operaciones de limpieza sobre los barrios problemáticos del Cairo.


  Tras incendiar 500 casas y matar a 800 mamelucos, Kleber consiguió la rendicion de  los turcos supervivientes, que pudieron abandonar la ciudad sin armas y sin sus banderas el 24 de abril.


  El día 27 se realizó un desfile para celebrar el triunfo, y Egipto volvía a manos francesas, momentáneamente.

 "Batalla de Heliopolis", de Leon Cogniet.