Thursday, February 7, 2019

Sertorio, rebelde con causa (17ª parte) ; Iberia-Hispania.(XIII)

Sertorio, rebelde con causa (17ª parte) ; Iberia-Hispania.(XIII) - Hei, Welcome To Yulia Espana Blog, In this page, I Will inform you about Sertorio, rebelde con causa (17ª parte) ; Iberia-Hispania.(XIII) , I hope you can enjoy reading this Article Hispania Article roma, it's the result of automatic content collection, To remind these info on the post review Sertorio, rebelde con causa (17ª parte) ; Iberia-Hispania.(XIII) it's advisable to be distributed to social media, I hope Helpful, view more clearly direct the info below.




 Viene de aquí:


  “así, cuando ya se supo que Pompeyo pasaba los Pirineos, tomaron los soldados las armas y las insignias de las legiones y gritaron a Perpena para que los condujese al campo de Sertorio, amenazándole que de lo contrario le dejarían por ir en busca de un hombre que podía salvarse y salvarlos; y Perpena tuvo que condescender con sus ruegos, y marchando al frente de ellos juntó con las de Sertorio sus tropas, que consistían en cincuenta y tres cohortes.”




Plutarco, vida de Sertorio, capitulo 15.


  A mediados del verano era la temporada ideal para transportar por mar grandes cantidades de soldados y pertrechos, fácil y rapidamente.Pero Pompeyo, que acababa de llegar a Emporion, se vio sorprendido cuando fue informado que las tropas de Perpenna se encontraban a su retaguardia, en Liguria, cortando sus líneas de comunicaciones terrestres con la propia Roma.


  Mientras Metelo Pio debia ocuparse de Sertorio, Pompeyo decidió marchar contra Perpenna. Por su parte, Sertorio debía evitar que las tropas de Metelo Pio, en la Turdetania, al sur, y las tropas de Pompeyo, al sur de los Pirineos,llegaran a unirse. Para ello, debía plantear una campaña para dividir a sus enemigos y multiplicar los frentes.


  A principios del año 76 a.c. mientras el ejercito de Perpenna se internaba por el valle del Ebro, Sertorio dividia sus 20.000 soldados en tres grupos principales:


  Uno, el grupo de  Cayo Hirtuleio, encargado de lidiar con las tropas de Metelo Pio en la Turdetania. El propio sertorio actuaria en el interior, reuniendo más tropas y provisiones, y la reserva , liderada por Cayo Herenio,(un antiguo tribuno de la plebe en Roma en el año 80 a.c. que habia cometido el error de enemistarse primero con Sila y despues con Pompeyo y había escapado a Hispania), lugarteniente de Sertorio, en la costa levantina.


  El primer choque se produjo apenas llegadas las tropas de Pompeyo a Emporion, cuando una legión salió en misión de forrajeo hacia el interior de la península.Sexto Julio Frontino (gobernador de Britania apenas un siglo después) cuenta cual táctica utilizaba Sertorio para enfrentarse a las tropas de Pompeyo:


  “Sertorio colocaba su infantería ligera en el centro de su línea, con la infantería pesada inmediatamente detrás. Tras lanzar sus jabalinas, la infantería ligera se retiraba, dejando a la infantería pesada enzarzarse en combate con el enemigo.Aprovechando la ocasión, la infantería ligera se dirigía a los flancos y desde allí atacaba los flancos y la retaguardia  del enemigo”




Frontinus,”Estratagemas”, libro 2, capitulo 3, verso 10.


  La legión que Pompeyo había enviado a forrajear fue diezmada por las tropas de Sertorio,perdiendo además todos sus animales de carga, carros, provisiones, etc


  El contingente que lideraba personalmente Sertorio estaba bien surtido de infanteria pesada (habia recibido algunas de las cohortes legionarias de Perpenna ), y decidió ponerlos en juego atacando la ciudad de Lauro.


  La reputación sanguinaria de Pompeyo le había precedido a su llegada a Hispania, y algunas de las ciudades aliadas de Sertorio habían comenzado a reconsiderar su alianza. 

 Sertorio había demostrado en el asedio a Langobriga que Metelo Pio no había sido capaz de tomar una de sus ciudades. Su intención era demostrar a las ciudades que el si podía tomarlas del enemigo.


  No se sabe exactamente en donde estaba situada la ciudad de Lauro, sobre todo porque en Hispania había varios asentamientos con ese mismo nombre. Uno, unos 40 kilómetros al norte  de Barcino (actual Barcelona), otro en Lora de Estepa, en la provincia de Sevilla, y finalmente Lauro, la antigua Edeta ibera, (actual Lliria) unos 30 kilómetros al este de Sagunto, en la provincia de Valencia.


  Casi con toda seguridad sea esta ciudad de Lauro (lliria ) a donde Sertorio se dirigió desde su base en Contrebia.Seguramente, controlando Lauro Sertorio podría evitar , o al menos entorpecer,la unión de las tropas de Pompeyo, que bajaban desde el norte y las de Metelo Pio, que subían desde el sur.


  Sertorio llegó primero ante las murallas de la ciudad, y la puso bajo asedio. Ante las noticias de la inminente llegada del ejercito de Pompeyo, las tropas de Sertorio establecieron su campamento principal sobre una colina cercana a la ciudad.Al llegar Pompeyo, se desplego de tal manera que las tropas de Sertorio quedaban aparentemente atrapadas entre la ciudad y el ejercito de Pompeyo.

 Restos de las termas de Lauro,en Lliria.


  Tan convencido estaba Pompeyo de la victoria que envió un mensajero a Lauro, para invitar a sus habitantes a subir a la muralla y desde allí poder presenciar la derrota de Sertorio.


  Sertorio se aprestó al combate, pero bajo sus propias condiciones.Ordenó a su infanteria ligera acosar a los grupos de forrajeadores de Pompeyo, que cada ocasión tenían que ir  mas lejos de su campamento para no ser acosados por los iberos de Sertorio.


  Sin forraje para los caballos y provisiones para sus hombres, Pompeyo decidió organizar una potente expedición para conseguir aliementos.Y envió a mas de una legion completa , con carros, mulos y caballos, por la ruta más lejana a la ciudad,para intentar evitar las incursiones  de las tropas de Sertorio.


  Pero Sertorio ya había previsto la situacion, y envió 10 cohortes de infantería al modo romano y otras 10 cohortes de infantería ligera ibera,al mando de Cayo Octavio Grecino y 2000 jinetes iberos,al mando de  Tarquinio Prisco , descendiente de uno de  los primeros reyes de Roma.


  El grupo partió de noche, para estar desplegado en sus posiciones al amanecer por  donde debían pasar los forrajeadores de Pompeyo.


  Las tropas de Sertorio esperaron a la vuelta de  los pompeyanos de su labor de recogida de provisiones y forraje, cargados de sacos.La primera carga la efectuo la infantería ligera ibera, que derrotó a los primeros grupos de Pompeyanos.Despues,los legionarios de Sertorio atacaron a los pompeyanos cuando intentaban formar una línea defensiva.Y por último, la caballería sertoriana se dedico a liquidar toda la resistencia que quedaba.


  Pompeyo, enterado de lo que estaba ocurriendo, envió una legión al mando del legado Decimo Laelio para tratar de detener a sus hombres en retirada y organizar una defensa. 

  La caballería de Tarquinio Prisco se retiró momentaneamente, pero cuando la legión del legado Laelio llegó al lugar donde se había producido la batalla, ya no había pompeyanos a los que rescatar.


  La legión de Pompeyo se encontró de frente con la infantería  de Sertorio, mientras la caballería de Tarquinio Prisco atacaba por la retaguardia.Como los forrajeadores anteriormente, la legión del legado Laelio se deshizo al primer asalto, y la masacre de pompeyanos se reanudó.


  Pompeyo hizo la única cosa que podía hacer: reunir  al resto de su ejercito y marchar a rescatar lo que pudiera. Pero cuando iniciaba la marcha, Sertorio salió de su campamento con todo su ejercito y se desplegó en orden de batalla.


  Pompeyo tenía dos posibilidades: o entablar combate con las tropas de Sertorio (con superioridad numérica y desplegada en lo alto de una colina), o permanecer estático en su campamento y observar como la legión del legado Laelio seguía siendo exterminada por a la caballería ibera de Tarquinio Prisco.


  Mientras, los ciudadanos de Lauron que se habían subido a la muralla para observar la derrota de Sertorio,habian  dejado de reír y animar a los pompeyanos, y observaban los acontecimientos con una gran preocupación.




Frontino, estratagemas, libro 2, capitulo 5, verso 31