Sertorio, rebelde con causa ( 9ª parte) ; Iberia-Hispania.( IV ) - Hei, Welcome To Yulia Espana Blog, In this page, I Will inform you about Sertorio, rebelde con causa ( 9ª parte) ; Iberia-Hispania.( IV ) , I hope you can enjoy reading this
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Viene de aquí:
Mientras Lúculo trataba de atrapar a los escurridizos lusitanos en el sur de la Betica, más al norte,aprox. en el límite entre Extremadura y Andalucia, Servio Sulpicio Galba, propretor de la Hispania Ulterior, recibía a los enviados lusitanos:
“vuestras pobres tierras y la pobreza os han llevado a esta situación. Si os declaráis amigos de Roma, yo os llevaré a tierras más fértiles”.
Tras la promesa de Galba,los lusitanos abandonaron en masa sus tierras y siguieron al propretor,que dividió el grupo ( quizás 30.000 hombres, mujeres y niños ) en tres partes, colocándolas en tres partes alejadas entre sí, en campo abierto y sin ningun contacto entre los diferentes grupos.Les indicó que debían esperar allí hasta que les fueran asignadas sus concesiónes de tierras.
Moneda de 1 denario,acuñada en Tarraco (actual Tarragona ) aprox. el año 70 a.c.
Galba exigió a los lusitanos que entregaran sus armas en muestra de buena voluntad. Cuando asi lo hicieron,Galba ordenó a los ingenieros de su ejercito construir una zanja, para que ningún lusitano pudiera escapar, y ordenó a sus tropas liquidar a los rebeldes.
Más de 10.000 lusitanos fueron asesinados, y el resto enviados a la Galia como esclavos.
El concepto de Roma como "pueblo honorable" nunca tuvo demasiados seguidores en Iberia. Aunque Sempronio Graco había hecho intentos de crear unos lazos de amistad y alianza entre ambos pueblos, Galba y Lúculo terminaron con la idea, y sus sucesores tampoco hicieron nada por restaurarla.
Ni Lúculo ni Galba fueron castigados en Roma por su flagrantes violaciones de las reglas de la guerra y de las propias leyes romanas, aunque ambos habían conseguido lo casi impensable, poner en contra de Roma a pueblos que apenas habían tenido contacto alguno con los romanos,los pueblos del oeste y el centro de Hispania.
El resultado de los salvajes actos de Lúculo y Galba fue una terrible guerra que duraría 8 años y costaría la vida de decenas de miles de romanos e iberos. Los iberos y los lusitanos encontraron un líder en Viriato, un pastor que había logrado escapar a una de las masacres de Galba.
Estatua de Viriato,en Viseu,Portugal.
Viriato conocía perfectamente el terreno por el que se movía ,y comprendía a la perfección su utilidad como instrumento de guerra, para usarlo a su favor en sus combates contra los romanos.
Una y otra vez, cuando los romanos creían tener atrapado a Viriato, siempre lograba escapar gracias a su conocimiento del terreno y a su superior caballeria.Los romanos ayudaron a la causa ibera enviado a Hispania a muy mediocres comandantes militares (Cayo Vetilio, Cayo Plaucio, etc), a quienes Viriato burlaba una y otra vez.
Los pueblos celtiberos que habían firmado algún tipo de tratado de alianza con Roma se avergonzaron de su actitud, ya que se dieron cuenta que los tratado con Roma valían menos que las tablillas en los que estaban escritos. Y se unieron a Viriato, al menos en espíritu de combate, ya que crearon partidas guerrilleras para acosar a los romanos en otras partes de Hispania en donde no había presencia lusitana.
Finalmente,Viriato consiguió atrapar a un potente ejército romano, el del cónsul Quinto Fabio Máximo Serviliano, en las cercanías de Erisana, cerca de la actual localidad de Lucena, en Córdoba.
El cónsul Serviliano se vio obligado a firmar un acuerdo de paz con Viriato en el año 140 a.c.,tratado mas tarde ratificado por el senado romano, que otorgaba la independencia del poder romano de las tierras de los lusitanos, reconociendo a Viriato como dux, otorgándole además el titulo de Amici Populi Romani ( Amigo de Roma ).
Pero el tratado de paz con los lusitanos molestó a varios senadores romanos, que lo veían como la aceptación de la derrota de Roma en Hispania.Uno de esos senadores, Quinto Servilio Cepion,no quiso dejar pasar la oportunidad,fue elegido consul y consiguio ser nombrado gobernador de Hispania.
"Viriato y Cepión",obra de Ramon Padró y Pedret.
A base de sobornos, extorsiones y engaños, el consul Cepion consiguió que el senado romano cambiara de opinión y denunciara el tratado con los lusitanos.
La guerra se reanudó, sin excesivo éxito para ninguna de las partes, y el año 139 a c. Viriato enviaba a Audax,Ditalcos y Minuros a parlamentar con Cepion.
El consul Cepión recibió a los embajadores lusitanos, les agasajó con regalos y manjares y les sobornó para terminar con la vida de Viriato.A finales del año 139 o principios de 138 a.c.,los tres embajadores entraban en la tienda donde Viriato dormia y lo apuñalaban en el cuello.
"Muerte de Viriato",obra de Jose Madrazo.
Con Viriato muerto, los embajadores volvieron al campamento romano a reclamar el pago por su traicion.Pero Quinto Servilio Cepion se lo negó con la legendaria frase: Roma traditoribus non premiat, Roma no paga a traidores.Segun la leyenda, Cepión ordenó la ejecucion de los traidores, pero Apiano afirma que los traidores recibieron el pago por su traicion y posteriormente fueron enviados a Roma.
El relevo de los lusitanos lo tomaron los celtiberos, que desde la fortificada ciudad de Numancia llevaban ya unos cuantas decadas lanzando una serie de exitosos ataques contra los romanos.El cónsul Quinto Pompeyo Aulo fue uno de ellos en el año 141 a.c.
Numancia.
El desempeño militar del cónsul Pompeyo Aulo no fue excesivamente destacado, y en el año 139 a.c. Roma envió otro consul,Marco Popilio Lenate, a sustituir a Pompeyo.
Pero mientras el nuevo cónsul se dirigía a tomar posesion de su nuevo cargo, Pompeyo Aulo firmó un tratado de paz con los numantinos, a cambio de un tributo de 30 talentos de plata. Pompeyo se guardó la plata para sí, y cuando volvió a Roma negó haber firmado ningún tratado con Numancia. No recibió ningún castigo por sus acciones en Hispania, y de hecho su hijo fue cónsul junto a Sila en el año 88 a.c.
El siguiente romano en la lista de fracasados que tratraron de subyugar a los belicosos celtiberos fue Hostilio Mancino,que fue derrotado una y otra vez. Un dia, los numantinos hicieron una salida y rodearon el campamento romano,obligando a Hostilio Mancino a rendir su ejercito.Afortunadamente para los romanos,uno de sus oficiales era Tiberio Graco, hijo de Sempronio Graco,seguramnte el unico romano del que los hispanos tenían un buen recuerdo.
Tiberio Graco negoció un acuerdo con los numantinos, que dejaron que Hostilio y su ejercito se retiraran sin sufrir daño. Pero cuando el ejercito de Hostilio estuvo fuera de peligro, el senado romano decidió no ratificar el tratado.
Tiberio Graco fue recibido como un heroe en Roma por salvar la vida de los 20.000 soldados del ejercito de Hostilio.
“VII…. Luego que volvió a Roma, aquel tratado se miró como ofensivo e ignominioso a la república, y fue por lo tanto puesto en examen y objeto de acusación; pero los deudos y amigos de los soldados, que eran una gran parte del pueblo, poniéndose alrededor de Tiberio, imputaron al general todo lo que el suceso había tenido de afrentoso, y atestiguaron que por él se habían salvado tantos ciudadanos.”
El senado romano no hizo ningún caso a los requerimientos de Tiberio Graco para mantener el tratado de paz, y decreto el envió del cónsul Hostilio a Numancia, despojado de su rango y desnudo, como signo de humillación, para que los numantinos hiciesen con él lo que quisieran.
Pero los sorprendidos numantinos no supieron que hacer, y devolvieron al derrotado cónsul a Roma. Parece que no sufrió mayor castigo por parte del senado romano, ya que más tarde parece que fue nombrado pretor,lo que indica que había conseguido reanudar su carrera política sin más incidentes.
"Y decidieron entregar a Mancino a los numantinos por haber llevado a cabo un tratado vergonzoso sin su autorización, argumentando que también sus antepasados habían entregado a los samnitas a veinte generales que habían tratado en semejantes condiciones sin su consentimiento. Por tanto, Furio, llevando a Mancino de vuelta a Iberia, lo entregó, inerme, a los numantinos, pero ellos no lo aceptaron."
"Viriato",oleo de Eugenio Oliva.