Monday, June 17, 2019

Alvaro de Bazán, invicto almirante (3ª parte )

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Viene de aquí:


  En 1550, el rey Felipe II otorgó a Bazán el título de marqués de Santa Cruz ,y le encargó el gobierno de Gibraltar. Al año siguiente fue ascendido a capitán general de galeras.


  Desde la costa sur de la península ibérica, Bazan trasladó su escuadra al Mediterráneo occidental para lidiar con la constante amenaza de los corsarios otomanos sobre las posesiones españolas en Italia, y la también constante amenaza de los corsarios berberiscos sobre la costa levantina.


  Una de las primeras acciones de Bazán tras ocupar el cargo de capitán general de galeras fue expulsar a los corsarios de sus bases en las cercanías del peñón de Vélez de Gomera, en la costa del actual Marruecos.

 Peñon de Velez de Gomera.


  Los corsarios otomanos atacaban constantemente las ciudades costeras españolas en el Mediterraneo, donde ayudaban a los moriscos (musulmanes a los que se habia "incitado" a convertirse en cristianos, pero seguian manteniendo su fe islamica en secreto).


  Durante el invierno de 1564-65, el marqués de Santa Cruz lideró una escuadra en un ataque sorpresa sobre los corsarios otomanos  que tenían su base en la desembocadura del rio Tetuan, al este del peñón de Vélez de Gomera.


  Bazán salió de Sevilla con seis galeras, y se detuvo en Gibraltar y otros puertos del sur de la península para sumar buques adicionales.


  Con sus 6 galeras como núcleo de la escuadra, pudo conseguir 6 bergantines, 4 carabelas, tres chalupas armadas y una galeota. Los bergantines se iban a utilizar básicamente para transportar a los 225 arcabuceros y ballesteros que iban a usarse en los asaltos anfibios.


  A mediados de febrero de 1565, la flota de Bazán zarpó de Gibraltar en dirección este.Las chalupas, con su escaso calado,llevaron a  los soldados a un fondeadero cerca de la desembocadura del rio Tetuán.


  Cuando intentaban quemar dos galeras otomanas allí ancladas,sufrieron el contraataque  de un gran número de arcabuceros y caballería ligera otomana. Las tripulaciones de las chalupas apoyaron con el fuego de su pequeño cañón  ( un morterete o un esmeril ) a los soldados. Pero los otomanos comenzaron a ganar terreno, y  amenazaban con aniquilar o capturar a los soldados españoles.


   Bazán ordenó entonces  a las galeras aproximarse lo máximo posible a la costa, y ordenó disparar sus cañones  de proa sobre las tropas otomanas, dispersándolas y permitiendo que los supervivientes de la fuerza de asalto española pudieran embarcar en las chalupas y volver a la seguridad  de la flota, aunque dejaron 50 muertos sobre el terreno.


  En septiembre de 1565, Bazán unió su escuadra a la  flota de don García de Toledo Osorio, virrey de Sicilia ,para transportar a 10.000 soldados españoles de refuerzo a Malta, a colaborar con los Hospitalarios de San Juan,asediados en el gran puerto de Malta por 40.000 turcos.


  Bazán comandaba 3 de las 8 galeras españolas, que se habían unido a galeras procedentes de Genova, Florencia y de la propia orden de los Hospitalarios de San Juan.


  La flota combinada llegó a la bahia de Mellieha el 6 de septiembre, y pudo desembarcar las tropas a la mañana siguiente, sin apenas oposicion.


  La caída de Chipre en manos otomanas,provocada por la tardanza de los poderes marítimos cristianos en ponerse de acuerdo y poner en marcha una gran flota, incitó al papa Pio VI a formar la Liga Santa, compuesta de reinos latinos y republicas mediterráneas  para responder a la amenaza naval otomana.

 Estandarte de la Liga Santa.


  Durante la ofensiva de la Liga Santa que culminaría en la batalla de Lepanto del 7 de octubre de 1571, Bazan sirvió como consejero del comandante de la flota españoll, don Juan de Austria. Como consejero, Bazán se ocupó  del desarrollo de los planes de batalla, y eligió ponerse al mando de  la retagurdia, compuesta de 38 galeras, con el encargo de tapar cualquier brecha que se pudiese producir entre el centro y los flancos de la primera línea.


  El rey Felipe II había recomendado a don Juan de Austria escuchar atentamente lo que dijeran los dos principales comandantes de la flota,Bazan y el genoves Andrea Doria.Doria,de naturaleza calmada y cautelosa, era el contrapunto ideal para Bazán, atrevido y valiente.


  Mientras Doria intentaba convencer a don Juan que octubre  ya era demasiado tarde para una ofensiva naval de gran magnitud, Bazán insistía en proceder con la campaña sin preocuparse de la climatología.


  El espíritu de don Juan era más acorde con el espíritu combativo de Bazán, y eligió continuar la ofensiva.


  A media mañana del día 7 de octubre, la flota de la Liga Santa se reunía en el golfo de Patras.Viento muy ligero, la mar en calma y el cielo azul, sin nubes. Ningún capitán de galeras hubiera podido elegir un día mejor para navegar.


  El arma secreta de la flota cristiana se encontraba en las seis galeazas venecianas. Cada una de estas naves especialmente diseñadas con una borda muy alta para evitar abordajes, estaba dotada de 20 cañones repartidos en dos cubiertas.


  No solo disponia de cañones  a proa y a popa, también algunos habían sido desplegados entre los bancos de remeros. El trabajo de las galeazas venecianas iban a consistir en causar el mayor daño posible en las galeras otomanas antes de que se produjera el choque entre ambas flotas.

 Galeaza veneciana.


  Ambas flotas se pusieron en movimiento,y  a las 11 de la mañana,las galeazas,que se encontraban en vanguardia a unos 1000 metros por delante del grueso de la flota,comenzaron a  disparar a las naves otomanas desde una distancia de 1200 metros.


  Mientras las galeras otomanas se acercaban lentamente a la línea cristiana, las galeazas situadas en el flanco izquierdo y el centro causaron graves daños en ellas.Los proyectiles destrozaban bancos de remos completos  y enviaban una lluvia de mortales astillas sobre los marinos turcos.


  Las galeazas bombardeaban a las galeras turcas casi a placer, primero sobre sus costados y después sobre la popa mientras trataban de  acercarse a la línea de la Liga Santa.


  Cuando las ya dañadas galeras otomanas estaban a punto de tomar contacto con las galeras cristianas, los arcabuceros españoles barrieron con su fuego las cubiertas de las galeras otomanas. Pocos soldados turcos tenían arcabuces, la mayoría tenía que conformarse con arcos, y sus flechas golpeaban inofensivamente la armadura de los españoles.


  Cuando las galeras de ambas flotas  chocaron, la infantería española no espero, y se lanzaron al abordaje.


  Ni Ali Pasha, que lideraba el centro de la línea otomana, ni Mehmet Sulik Pasha, al mando del ala derecha otomana, demostraron tener ninguno de los requisitos exigibles a un buen almirante. El único comandante turco que demostró competencia táctica y supo ver cuáles eran sus opciones fue Uluj Ali Pasha, que mandaba el ala izquierda otomana, frente a las galeras de Andrea Doria.


  Uluj que disponía de mas galeras que Andrea Doria,extendio su línea al maximo,obligando a  Doria a hacer lo mismo hacia su derecha para no ver amenazado su flanco.


  Esta maniobra de Andrea Doria abrió una brecha en la línea cristiana, entre la izquierda de Andrea Doria y el centro de don Juan de Austria, que algunas galeras otomanas  trataron de  aprovechar.


  Aunque Bazán había dividido su reserva para reforzar el centro , aún le quedaban las suficientes naves para rechazar  a las galeras turcas que trataban de infiltrarse en la retaguardia cristiana.


  El almirante Uluj, que se las prometía muy felices, se vio de repente enfrentado por las galeras de Bazan,mientras se veia acosado por ambos flancos por algunas galeras de Doria y de Juan de Austria.


  Uluj decidio entonces salir del campo de  batalla, y se dirigió a mar abierto a toda vela con las 13 galeras que le quedaban.


  La batalla de  Lepanto había terminado, y Bazán había sido uno de sus principales protagonistas. Conteniendo la penetracion de  las galeras del almirante Uluj, había protegido la retaguardia cristiana y salvado la flota de la Liga Santa.


  En las cuatro horas que había durado la batalla, los cristianos habían perdido 15.000 hombres y solo 12 galeras, mientras los turcos habían perdido 30.000 hombres, además de 113 galeras hundídas y otras 117 capturadas.


  La cuarta guerra entre Venecia y el imperio otomano terminó cuando los venecianos decidieron salir de la Liga Santa y firmar la paz por separado con los otomanos el 7 de marzo de 1573.


  Porque, aunque cristianos, los venecianos no querían perder sus muy lucrativos negocios con los otomanos, que les iban a  permitir usar sus rutas de comercio con el extremo oriente.