La esposa del Sultan Bayacid sirviendo a los señores mongoles mientras el sultan permanece encerrado en una jaula.
Viene de aquí:
Atado de pies y manos,Bayacid fue llevado ante Tamerlan, que se encontraba jugando una partida de ajedrez con su hijo Sha Rukh.
A pesar de algunas obras de teatro y poemas apócrifos que indican que Tamerlan ordenó meter a Bayacid en una jaula, parece que el líder mongol trato al derrotado sultan con la cortesía debida a un monarca otomano.
Bayacid sirviendo de apoyo para montar a caballo, encerrado en una jaula y bajo la mesa donde come Tamerlan.
Seguramente entre los acompañantes de Tamerlan en Ankara se encontraban dos distinguidos caballeros castellanos : el mariscal Payo Gomez de Sotomayor y Hernan Sánchez de Palazuelos, enviados del rey Enrique III de Castilla.
El rey Enrique, que tenía la buena costumbre de enviar embajadores a todos los puntos cardinales, ya fueran propiedad de reyes cristianos o moros, encomendó a ambos caballeros castellanos la tarea de explorar el lejano oriente para tener conocimiento de sus costumbres, como eran sus ejercitos y las intenciones de los gobernantes de dicha región.
Tras un largo y azaroso viaje (descrito por Ruy Gonzalez de Clavijo en el libro “Embajada a Tamerlan":
Ambos caballeros y sus sequito fueron recibidos por Tamerlan, que los trató con toda comodidad y cortesía mientras podían seguir de primera mano lo que ocurría en el campo de batalla de Ankara.
Los castellanos observaron la batalla con una mezcla de admiración y temor. Ya sabían que Tamerlan era un muy poderoso monarca asiático,pero la fácil victoria del ejercito mongol sobre el otomano no entraba en sus pensamientos. Con el típico desconocimiento europeo a otras culturas,pensaban que en Asia no había más que salvajes.Era inconcebible que de allí pudiera surgir un poderoso guerrero perfectamente capaz de derrotar con facilidad al mas poderoso ejercito de Europa,el ejercito otomano.
Un par de días después, los nobles castellanos volvían a casa, junto al enviado de Tamerlan a la corte del rey Enrique de Castilla, Mohamed Al Quazi, además de fabulosos regalos en forma de joyas y telas, y algunas mujeres “liberadas” por Tamerlan del harén del sultán Bayacid.
"El harem del Sultan",obra de John Frederick Lewis.
Con el sultán prisionero y el ejercito otomano liquidado casi por completo, Tamerlan dedico su atención a la fortaleza cruzada de Smyrna (actual Izmir), en manos de los Caballeros Hospitalarios.
Asedio a Smyrna.
Tras asediar la fortaleza y tomarla (con el consiguiente baño de sangre ), Tamerlan volvió a Samarcanda, donde comenzó a preparar la invasión de China.
Bayacid aun vivía cuando llegó a Samarcanda, pero su existencia como prisionero era inaguantable para una persona acostumbrada al lujo, y fallecía en marzo de 1403.
Al final, China tuvo mucha suerte, ya que Tamerlan fallecía el 17 o 18 de febrero de 1405 cuando se encontraba en Otrar, en lo que hoy es Kazakistan. Su cadáver embalsamado fue traslado a Samarcanda en un ataúd de ébano, siendo inhumado en el impresionante mausoleo de Gur-e-Amir, una de las joyas de la arquitectura islámica.
El imperio de Tamerlan se derrumbó tras su muerte. Aunque su hijo Sha Rukh pudo mantener bajo control algunas provincias, otras consiguieron librarse del yugo mongol con cierta facilidad. Una vez muerto el cruel y a veces salvaje Tamerlan, los pueblos que había subyugado retomaron su propio destino. Tamerlan era un conquistador, no un administrador, y la falta de una cohesión política o económica entre los pueblos que había subyugado hizo más fácil destruir el imperio de Tamerlan desde dentro.
En cambio, el imperio otomano era muy diferente,habia sido creado para ser un imperio y tenía una guía muy clara: el islam. Todos los pueblos conquistados eran convertidos, y eso creaba una cohesión interna muy difícil de destruir.
Tras el desastre de Ankara siguió una década de caos, pero apenas 50 años después de la derrota del ejercito de Bayacid ante las murallas de Ankara, el imperio otomano llegaba hasta las murallas de Constantinopla, y tras terminar con el imperio bizantino, el imperio otomano se convertía en una muy seria amenaza para occidente.
Timur e Lenk,mas conocido como Tamerlan, pasó 500 años sin ser molestado en un sarcófago cubierto por una enorme losa de nefrita negro-azulada.Hasta que en junio de 1941,la Comisión Soviética de Arqueología abrió la tumba y examino los restos.
Los restos incluían pelo, sobre todo unas briznas de pelo castaño del mostacho,fragmentos de piel y algunas fibras musculares.
Las medidas del esqueleto pusieron de manifiesto que, con 1 metro y 70 centímetros de altura, Timur había sido de estatura alta para la media tártaro-mongol, y que había tenido un cuerpo fornido.
Posteriores investigaciones en los laboratorios de arqueología de la universidad de Moscú indicaron que Timur el Cojo había sufrido varias heridas, casi todas causadas por flechas, las más graves en ambos brazos.
Pero las heridas sufridas en batalla no tenían ninguna relación con su cojera, ya que se descubrió que tenía la pierna derecha más corta que la izquierda, y que la cojera había causado daños en su columna vertebral, torcida en varios lugares,seguramente a causa de montar a caballo casi constantemente.
Gerasimov había inventado una técnica con la que la estructura de los huesos de la calavera podía usarse para determinar la musculatura de la cara y la configuración y forma de los músculos.
Mijail Mijailovich Gerasimov.
Asi, 500 años después de su muerte, el mundo pudo mirar a la cara a Tamerlan, el Azote de Dios.
Siege of Ankara castle – Abdullah Turhal
Tamerlane, sword of the Islam, conqueror of the world – Justin Marozzi
The Mongols and the west – Peter Jackson.